viernes, 29 de febrero de 2008

ICA ZONA CERO

7.30 horas. Cuartel General de la campaña SOS-ICA, o lo que es lo mismo Hotel Austria, todo el equipo puntualmente planifica las actuaciones a llevar a cabo en el día de hoy. Andrés, Julio, Mirelly, Isa, y la ultima incorporación Jose Antonio (Alcalde de Jun), despues de salvar algunas tareas burocráticas, incluida visita con el Sr. Gerente de Desarrollo Social, o lo que es lo mismo Consejero de Salud del Gobierno Regional, al objeto de coordinar las intervenciones quirúrgicas de un grupo de 100 personas pobres de solemnidad. De inmediato nos trasladamos a Parcona, un barrio en la periféria de ICA donde se hacinan un conjunto de 1000 chabolas con esteras, sin saneamiento público y ausencia de agua potable que se extienden a lo largo de un rio de agua oscura, turbia y poco recomendable para hacer las delicias de un gran número de niños que ocupaban en ese momento el cauce del rio. Una improvisada consulta médica en la puerta de una de ellas y cuyo mobiliario se limita a una mesa de formica oscura, una piedra que hace las veces de silla y una banqueta, que sin cogin al uso, resultaba algo incomoda para establecer los más de 38 diagnosticos, con prescripción incluida, a los que a modo de estreno tuvo que hacer frente el Doctor Eneque. A primera hora de la tarde nuestro destino Los Pollitos, la imagen, afortunadamente, ha mejorado. Una decena de 50 pequeños habitáculos de dimensiones 3 x 2.5, de construcción poco sólida, bastante ligera, a modo de vivienda se han levantado en este distrito para hacer las delicias de aquellas familias afortunadas que han tenido la suerte de hacerse con una de ellas. En esta ocasión el improvisado ambulatorio médico, un poco más comodo, gracias a la mesa que una señora de la manzana B1 nos instaló en medio de la calle, bueno de un camino polvoriento que delimita la zona residencial, además en esta ocasión contabamos con 3 sillas, 1 para el doctor, otra desde la que se cumplimentaba el cheque de ayuda y otra para el paciente. Pasadas las 8 de la noche llegabamos al Austria, con la sensación agridulce de no haber llegado a más enfermos a los que le pudieramos haber aliviado sus dolencias. Pero como dice el "Martinez" nuestra labor aquí es lo más parecido a una gota de agua en un oceáno.

No hay comentarios: