sábado, 8 de marzo de 2008

ACCIDENTE TRÁGICO EN PUQUIO AL CUZCO


2 de la mañana, bus de la compañia GUAMANGA, velocidad 130 km/hora, capacidad máxima 49 personas, ocupantes 61, muertos 24, heridos graves 18, el resto leves, según las primeras versiones el autobús derrapa en una curva y gira 10 veces antes de detenerse, la velocidad está limitada a 80km/hora, el conductor sale ileso. Julio, miembro del equipo de colaboradores, me comunica que al Hospital Regional de ICA han derivado 4 de los accidentados y que su estado de salud y el económico es grave, que no tienen recursos para hacer frente al coste de la medicación que se les va a dispensar y que conocen de nuestra generosidad, ¿Hay posiilidad de visitarlos?. A primera hora de la mañana nos personamos en el centro hospitalario y compruebo que dos de los accidentados son niños, de edad 6 y 8 años, su rostro totalmente deformado, la inflamación apenas les deja abrir los ojos cuando les pregunto como se encuentran. En el mismo pasillo, desde hace 5 horas, las otras dos mujeres amoratadas, de edad cercana a los cincuenta, solo tienen palabras para quejarse, de esta forma creo que calman algo su dolor, aunque el verdadero dolor no solo es el físico, si no el no saber como van a pagar la receta médica. Les animo a pensar en su recuperación de lo demás se encargará la solidaridad granadina. En el pasillo del Hospital se aglomeran numerosos enfermos con distintas patologías: gastroenteritis, fiebre, infecciones galopantes, algún que otra persona con miembros rotos, una embaraza, dos infartos, etc. El deterioro del centro hospitalario es evidente, el cual parece remontarse a varias décadas antes del pasado 15 de agosto. Afortunadamente parece que ya está librado el dinero para la construcción del nuevo hospital, según me comentó mi amigo Montalvo. Ahora solo queda aumentar la partida presupuestaria para los gastos sanitarios, la cual creo que es tan infima que da para muy poco. Camino al aeropuerto Jorge Chavez, a donde he tenido que volver de nuevo gracias a la soberbia de una auxiliar de mostrador de la compañia IBERIA, la cual me negó subirme al avión porque llegué 5 minutos despues de la hora de cierre del vuelo, por cierto el avión no despegó pasadas 1 y 45 minutos después de personarme para facturar, estoy seguro de que en ese tiempo no solo pudo ingresar mi maleta en la bodega de la aeronave sino además las de todos los pasajeros del vuelo IB6650. Pero una vez más no importa los efectos que pueda tener que un pasajero se pueda quedar en tierra, la arrogancia, la excasa profesionalidad, la poca consideración y sobre todo la falta de predisposición a solucionar los problemas de los demas, es algo de lo que no entienden gran parte del personal de IBERIA. Como a buen seguro puede ocurrirle algo de esto, le recomiendo que en adelante elija otra compañia aérea. NUNCA JAMAS VUELE CON IBERIA. El colmo un pasajero de mi vuelo facturó 30 minutos despues ante mi presencia, claro era un pasajero FRI, no sé que diablos significa este término, pero lo que si me quedó claro que ese pasajero a esta hora está en su destino, lo que me hace pensar que IBERIA considera a los pasajeros de primera y segunda, y no me refiero por lo que pagan, porque a mí el pasaje no me lo regalaron, 1100 €. Bueno, ISA ROMA, amiga de Lima, que me acompañó a formular la correspondiente reclamación en las oficinas de IBERIA, me comentó de regreso al aeropuerto que cuando una persona debe ser intervenida se le exige que aporte varios litros de sangre, la cual gentilmente ha debido ser dispensada por parientes y amigos, y que si esta no se utiliza el propio Hospital procederá a su venta, pero como mal samaritano la contrapestación de la venta no reinvierte en el paciente que la aportó.¿Que cosas verdad?. Y de como se rifan los alumnos de la facultad de medicina el cuerpo de algunos de los jóvenes que fallecen victimas de un accidente y que por el módico precio de 600 soles pueden realizar sus prácticas de la forma más natural posible.

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